Existe
una veterana historia anónima en forma de chiste que seguro muchos de
vosotros aplicaríais a vuestra empresa o a otras que de alguna manera
habéis conocido (ese tipo de organizaciones donde abundan cabezas
pensantes con despacho, plaza de garaje y corbata, empresas que presumen
de lo avanzado de sus métodos y tecnologías aplicadas). Se trata del
chiste de los remeros, una variante modernizada del viejo dicho: “Esto es España: uno trabajando y diez mirando”.
“Cuentan
las crónicas, que en el año 96, se celebró una competición de remo
entre dos equipos: uno compuesto por trabajadores de Carrefour España y
otros por sus colegas franceses de la misma empresa. Apenas se da la
salida, los franceses salen zumbando, dale que te pego al remo, y cruzan
la meta una hora antes que el equipo español.
De vuelta a casa, la Dirección
se reúne en comité para analizar las causas de tan bochornosa actuación,
llegando a la siguiente conclusión que difunde el secretario -una vez
levantada acta- a todo el personal de la empresa a través del correo
electrónico:
“Se
ha podido establecer que la victoria de los franceses se debe a una
simple argucia táctica: mientras que en su dotación había un jefe de
sección y diez remeros, en la nuestra había un remero y diez jefes de
sección. Para el próximo año se tomarán las medidas oportunas que
reviertan este resultado”.
En el año 97 se repite la
carrera y nuevamente el equipo francés comienza a distanciarse desde la
primera remada. Los españoles, pese a sus camisetas Lotto, zapatillas
Nike y remos de carbono hidratado (que han costado a la empresa un ojo
de la cara), llegan esta vez con dos horas y media de retraso.
Dirección convoca nueva reunión
después de un sonado rapapolvo de Gerencia. Para estudiar lo acaecido
encargan a un departamento ‘ad hoc’ la investigación y al cabo de dos
meses de pesquisas se establece que:
“El
equipo francés, con táctica obviamente conservadora, mantuvo su
estructura tradicional de un jefe de sección y diez remeros. Por el
contrario, el equipo español, con las medidas renovadoras adoptadas
después del fracaso del año pasado, optó por una estructura abierta, más
dinámica y se compuso de un jefe de departamento, dos asesores de
gerencia, cinco jefes de sección, tres coordinadores y un remero. Por lo
que el Comité de Dirección, tras minucioso análisis llega a la
siguiente conclusión:
“EL REMERO ES UN INCOMPETENTE”
A la luz de tan crucial informe, la empresa crea un departamento especialmente dedicado a preparar la siguiente regata.
En el año 98, como el lector
puede suponer, el equipo francés se escapa nada más producirse la
salida. La trainera hispana, cuya composición había sido encargada ese
año al departamento de Nuevas Tecnologías, llega con cuatro horas de
retraso. A fin de evaluar los resultados, vuelve a reunirse el Comité de
Dirección con los representantes de la alta gerencia en la cuarta
planta, o planta noble, del edificio de Dirección. Se llegó a la
siguiente conclusión, según consta en acta:
“Este año, el equipo
francés, optó una vez más por una tripulación tradicional formada por un
jefe de equipo y diez remeros. El español, tras una auditoría externa y
el asesoramiento de los departamentos de Organización y de Informática y
el informe de un grupo de consultores de Arthur Andersen, optó por una
formación mucho más vanguardista y operativa y se compuso de: un jefe de
gerente, tres jefes de sección con plus de productividad, dos auditores
de Arthur Andersen y cuatro vigilantes jurados de Prosegur con
instrucciones concretas de no quitar ojo al único remero, al cual la
empresa había amonestado y castigado quitándole todos los pluses e
incentivos por el fracaso del año anterior.”
Tras varias jornadas
maratonianas de reuniones al más alto nivel de Dirección con los
diversos responsables de departamento y con el apoyo de un estudio de
consultoría externo, se ha acordado que para la regata del próximo año
el remero será expulsado de la plantilla de la empresa y sustituido por
una contrata externa, ya que a partir de la vigesimoquinta milla marina
se ha observado cierta dejadez en el remero de plantilla, una dejadez
preocupante que se manifiesta en comentarios dichos entre dientes, entre
remada y remada, del tipo:
“Anda
y que os den” o “El año que viene va a venir a remar vuestra puta
madre” y una actitud que incluso roza el pasotismo en la línea de meta.
Fuente original:
Pues como siempre la culpa la tiene el ultimo de la cadena, por que los de arriba del todo con las carreas, máster y demás historias les das un lápiz y te preguntan que para que sirve eso si es para meterselo por el cu... resumiendo que debajo de una mesa hacen milagros.
ResponderEliminarYo soy de los que cada vez que va al Planet, usa el buzón de sugerencias o la hoja de reclamaciones para decirles que si, que el hiper muy bonito, pero que a ver si contratan gente, que entre precios y cambios, uno no solo se pierde si no que además no sabe a quien preguntar.
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