Así se trata a los clientes en Carrefour Los Angeles

Carrefour incumple la ley en la vigilancia de sus clientes

Hola, quisiera comentaros mi caso por si veis oportuno publicar mis humildes líneas en vuestro interesante blog.

Acudo regularmente al centro Carrefour Los Ángeles. Desde hace tiempo han colocado en la puerta de entrada del público a unos tipos disfrazados casi como si fueran vigilantes de seguridad, pero sin la correspondiente placa de identificación. Cuando pasaba con el carro de la compra, estos señores a los que han denominado auxiliares de seguridad, me registraban el carro.

Vestir a la gente casi igual a los vigilantes para confundir claramente a los clientes (la mayoría no sabría distinguirlos) desgraciadamente es legal en este país. No es muy ético, claro, y no habla muy bien de Carrefour, pero ahí no me meto porque se puede hacer. Ahora, realizar registros como si fueran vigilantes de seguridad, eso es un delito.

Como sabréis, la Constitución protege el derecho a la intimidad, y la legislación vigente sólo contempla dos figuras que pueden realizar registros, los agentes de cuerpos de seguridad y los vigilantes de seguridad. Y en caso de delito, o sea no siempre.

Sin embargo, estos tipos te registran con gran alegría. En realidad, solía acceder (mal hecho, asi´nos va a los ciudadanos por no pedir que se aplique la ley). Pero es que uno va con prisas, no conoce la ley lo suficiente, no quiere problemas y claro, traga, con tal de seguir haciendo la compra.

El problema es que si normalmente los vigilantes de seguridad que he conocido desconocen bastante el ordenamiento jurídico, están mal preparados, y ni siquiera recuerdan la ley de seguridad privada, éstos son ya la repera. Su preparación no debe ser muy amplia, cuando ni siquiera han obtenido el TIP de los vigilantes de seguridad. Uno de los que pusieron, sobradamente conocido en el barrio por su actitud de matón de colegio, parece un oficial de la SS. Bastante maleducado, sin dar siquiera los buenos días, solía dedicarme perlas como las siguientes:

-¿Eso que lleva son sus efectos personales?

A lo que tenía que haberle contestado educadamente que si no sabe distinguir los efectos personales de los clientes de los bienes que tiene que proteger, sencillamente no está capacitado para hacer su trabajo. Lógicamente, ni le repliqué ni nada.

Pero finalmente, por su rudeza a la hora de registrarme el carro, llegó un día en que decidí que estaba harto de ser tratado como un delincuente. Soy un ciudadano honrado y normal, sin antecedentes penales. No necesito robar, afortunadamente por ahora (y aunque no durará mucho por la crisis) tengo trabajo, Y nunca lo haría. Además, los que están incumpliendo la ley son ellos. Los delincuentes son ellos.

Así, le expliqué con buenas palabras y amabilidad que no estaba capacitado para realizar registros, y que no iba a enseñarle mi carro. Seguí andando, y me mandó dos vigilantes (argumentando por radio que yo me había puesto violento, lo que tiene gracia porque ni tengo un carácter violento ni una apariencia muy amenazadora, todo lo contrario).  Finalmente sí que permití que éstos me registraran (si me hubiera puesto burro veríamos si podría haberles denunciado), pero así pude seguir con la compra. Por supuesto, puse una reclamación (otro día os escribo sobre las reclamaciones en Carrefour, asunto que también tiene tela).

La siguiente vez que acudí, el tipo estaba lleno de odio y de rencor. Se lo había tomado fatal. Me dijo que si no le enseñaba el carro no pasaba y yo le advertí que estaba cometiendo un delito y que si persistía llamaría a la policía. Me agarró de la camisa para no dejarme entrar, y finalmente me soltó cuando le pedí amablemente que me soltara porque iba a estropearse la vida. Reconozco que tuvo suerte de que justo en ese momento no pasaba nadie, porque sino nadie le libra de una denuncia por agresión. Pero como no tenía testigos, me quedé en una nueva reclamación. Mientras me marchaba, el tipo me amenazaba con ponerme una denuncia 'personal' la próxima vez que pasara. Bien, nada que objetar, sí que es legal poner denuncias, aunque sean sin fundamento y por tanto motivo de absoluta despreocupación por mi parte.

Escribí un artículo sobre el tema para informar a la gente de cómo trata Carrefour a sus clientes:

http://suite101.net/article/carrefour-incumple-la-normativa-en-la-vigilancia-de-sus-clientes-a34439

Pues bien, a pesar de las reclamaciones, de mi artículo y de un par de cartas al periódico sobre el tema que fueron publicadas, aquel tipo con pinta de matón de colegio, sigue en su puesto, recibiendo a los clientes, como si nada. O sea que les da igual cómo nos traten. En fin, luego harán estudios de mercado para saber por que bajan las ventas.

Y bueno, aquí sigo. Yo sigo empeñado en ir a ese Carrefour porque tengo derecho a ello. Mucho me temo que esto acabará en que al final me hartaré, y una de estas veces que me pida a su estilo que le deje registrarme, sencillamente llamaré a la policía y le pondré una denuncia. Ya os contaré cómo va el tema.

De momento, sigo alucinando y aunque no he avanzado, al menos he podido desahogarme un poco escribiendoos estas líneas que espero que os hayan ilustrado sobre qué tipo de corporaciones operan en el mercado español.

Gracias a todos y un abrazo.

Juan Luis Sánchez
Periodista