Su separación de Carrefour resultó providencial para la cadena de distribución alimenticia.
Distribuidora Internacional de Alimentación S.A., más conocida por sus siglas DIA, se ha convertido en los últimos meses en una de las citas constantes de las recomendaciones de compra de numerosos analistas. Salió a Bolsa en julio de 2011, el mismo mes y año que Bankia y Banca Cívica, pero su comportamiento ha sido diametralmente opuesto. Cuando se estrenó en el parqué parecía un enano al lado de Bankia y se codeaba más o menos con Cívica. Quince meses después, DIA vale más en Bolsa que sus dos acompañantes juntos. Ha pasado de ser cola de león a cabeza de ratón y eso le ha venido muy bien a su cotización. De ser filial de Carrefour se ha convertido en empresa independiente. Comparten accionistas, pero poco más. ¿Qué depara este valor para el futuro?.
El próximo 29 de octubre está previsto que DIA haga públicas sus cuentas hasta septiembre, que son esperadas por los analistas con auténtica expectación para comprobar cómo han afectado la crisis y la subida del IVA a su negocio. De momento, Carrefour ha hecho públicas sus cifras y señala que entre julio y septiembre ha facturado un 3,2% menos que en el mismo trimestre del pasado año. Se ha quedado en 2.320 millones de euros y sus directivos lo achacan a la subida del IVA que entró en vigor el 1 de septiembre. ¿Le pasará lo mismo a DIA? Los comportamientos ante la clientela han sido diferentes.
Carrefour optó por no
garantizar a los clientes la absorción de la subida del IVA en sus
precios y finalmente sus viales han visto incrementarse el coste de
muchos de sus productos tras la entrada en vigor de la subida
impositiva. DIA ha hecho lo mismo, pero había comenzado a retocar los
precios en la segunda quincena de agosto para evitar el impacto
repentino del cambio de fiscalidad. Los expertos creen posible que
presente una ligera caída en las ventas, pero también consideran que el
negocio de DIA, con supermercados de los que podríamos llamar "low
cost", aumenta su base de clientes en época de crisis. El 29 de octubre
saldremos de dudas, pero aún así las cuentas de la cadena de
supermercados muestran evidentes fortalezas.
Sin duda el
principal de sus puntos fuertes es la capacidad de generación de caja
que le da la rentabilidad que obtiene por la venta en tienda. Según las
últimas cuentas semestrales entregadas a la CNMV, el beneficio antes de
intereses e impuestos (EBIT) es del 2,1% de las ventas, cifra que aunque
pueda parecer exigua es más que razonable para las cadenas de
supermercados. Tras descontar medio punto porcentual que le supone el
pago de intereses por la deuda bancaria que mantiene en su balance, el
beneficio antes de impuestos de DIA es del 1,6% de las ventas, que
tampoco está mal para este sector.
Renegociación de deuda

En
cuanto a la deuda, en el momento de desgajarse del grupo Carrefour, en
julio de 2011, el montante de los créditos bancarios ascendía a 926,7
millones de euros, de los que 911 eran a corto plazo, algo peligroso con
las tensiones actuales de los mercados financieros. Un año después, a
30 de junio de 2012, la deuda financiera era de 911,9 millones, de los
que 615,3 han sido renegociados y convertidos en préstamos a largo
plazo. El montante de los créditos a corto (296,6 millones) está casi
cubierto con los 202 millones de euros de caja disponible en su balance.
Precisamente
ese excedente de liquidez es lo que ha llevado a la cadena de
supermercados a por 70,5 millones de euros el negocio de la cadena
alemana Schlecker, en España y Portugal. Con ello, DIA suma a su red
actual otras 1.127 tiendas en España y 41 en Portugal, así como 4
centros de distribución (3 en España y 1 en Portugal) y 4.200 empleados.
Schlecker es una cadena especializada en droguerías con productos
baratos de hogar, belleza y salud en España y Portugal. Su facturación
se sitúa en el entorno de los 300 millones año en la Península Ibérica
(alrededor de un 3% de las ventas anuales totales de DIA), pero su gran
valor es precisamente la red comercial. Para los analistas, otro punto
de crucial importancia es el hecho de que la compra, cuyo cierre está
previsto para abril de 2013, se pagará en metálico, es decir, que no
aumentará la deuda financiera.
Otro de los puntos fuertes de DIA
es su internacionalización. En la actualidad, España y Portugal
suponen, en número de tiendas abiertas, el 50,8% del total de la
empresa. En ventas, la cifra es muy similar (50,3%), que viene de sumar
el 42% que supone España y el 8,3% de Portugal, donde vende bajo el
nombre de Minipreço. La otra mitad del negocio de DIA se reparte entre
Francia (un 24,9% de las ventas con un 14,2% de las tiendas) y Brasil
(11,8% de las ventas), Argentina (7%), Turquía (4,3%) y China (1,7%).
Como puede observarse con un rápido vistazo a las cifras, las ventas por
tienda son mucho más elevadas en Francia que en España o Portugal, y
considerablemente mayores que en los países emergentes, donde acumula un
24,9% de las ventas con un 35% de las tiendas. Esto se debe en parte al
distinto formato de los establecimientos, cosa a la que la empresa ha
comenzado a poner remedio mediante un plan de reconversión que está
sustituyendo tiendas de las que denomina "urban", las tradicionales de
DIA, por otras a las que llama "market", mucho más parecidas a los
supermercados modernos.
Punto de vista del inversor
Para
los inversores, otro punto de gran importancia es la elevada liquidez
de la compañía en Bolsa, lo que también supone un atractivo adicional.
La compañía tiene en estos momentos un free float del 87,5% de su
capital. Sólo el 12,5% de los títulos de DIA están en manos de
accionistas de referencia. Un 3,05% lo tiene Amundi, una gestora que
mueve las inversiones de 89 fondos de inversión. Otro 9,43% está
controlado por tres accionistas (Groupe Arnault, Blue Capital y Colony
Blue Investors) que mantienen un acuerdo parasocial para votar
conjuntamente en las juntas de accionistas de la empresa. Ninguno de
estos accionistas de referencia está en el consejo de administración,
cuyas decisiones son así más independientes.
Todo esto es fruto
de la propia historia de DIA, cuya primera tienda fue abierta en Madrid
en 1979 cuando era una filial de Carrefour dedicada a la apertura de
tiendas urbanas de precios bajos. Sin embargo, con el paso de los años y
los cambios en los formatos comerciales que experimentaba el mercado
europeo, Carrefour decidió desprenderse de DIA. Para ello, el 1 de julio
de 2011 adquirió la totalidad de las acciones a su filial financiera
Norfin Holder. Una vez con el cien por cien del capital controlado ya
directamente, Carrefour distribuyó los títulos de DIA entre todos y cada
uno de sus accionistas y comenzaron a cotizar el 5 de julio en la Bolsa
española, ya como empresa independiente. Había pasado de cola de león a
cabeza de ratón.
Aquel 5 de julio, DIA se estrenaba en Bolsa
con un precio de salida de 3,5 euros por acción. Pocas semanas después,
también en julio de 2011, se entrenaban en el parqué Bankia, que salió a
3,75 euros por título, y Banca Cívica, cuyo precio de salida fue de
2,70 euros. Ahora, quince meses después, DIA cerraba la pasada semana
con una cotización de 4,53 euros, lo que supone un ascenso del 29,43%
desde que fue realizada su OPV.
Bankia, sin embargo, ha caído un
73,81%, hasta los 98 céntimos por acción, y Banca Cívica, ya integrada
en el grupo La Caixa, ha experimentado una caída del 43,3%, hasta 1,53
euros por título. Tres historias divergentes. En cuanto al futuro de la
cotización de DIA, prácticamente ningún analista recomienda vender sus
acciones. La recomendación de "mantener" es prácticamente unánime, a la
espera de las cuentas que la sociedad tiene que presentar el próximo 29
de octubre, en las que se verá el impacto real de la subida del IVA en
sus ventas y en sus márgenes.
Fuente:
http://www.capitalmadrid.com/2012/10/15/0000027218/el_ejemplo_de_dia_o_como_ganar_la_partida_al_pasar_de_cola_de_leon_a_cabeza_de_raton.html