La
UE no ha autorizado oficialmente la venta y el consumo de insectos
comestibles, y la Seguridad Alimentaria en España se ha pronunciado
en contra.
Los
insectos son el alimento del futuro, insisten los expertos en
nutrición. Pero los que han desembarcado en forma de snack en los
estantes de Carrefour pueden haberse precipitado. El motivo es que la
Unión Europea no ha oficializado estos productos como alimentos
reconocidos para su comercialización y consumo. Rige una ambigüedad
que cada país interpreta a su manera. Y la última recomendación de
Salud Alimentaria vigente en España aboga por no permitir la comida
hecha con insectos.
Desde
el Grupo Carrefour explican a EL ESPAÑOL que los snacks que han
llegado a España llevan años vendiéndose con garantías en otros
países de la UE, y que están amparados por el Reglamento Europeo
2015/2283 relativo a los nuevos alimentos que entró en vigor el 1 de
enero de 2018. Dicho texto hace referencia a los insectos y a sus
partes, ya autorizados en algunos casos como pienso animal,
especificando que pasan a la categoría de "nuevos alimentos".
Estos son los que no se consumían "en una medida importante"
por humanos en la Unión "antes del 15 de mayo de 1997".
Sin
embargo, ni el grillo Acheta domesticus, ni el gusano Alphitobius
diaperinus, ni la larva de Tenebrio molitor- los ingredientes de
estos aperitivos especiados de origen francés - aparecen en el
catálogo de nuevos alimentos que elabora la Comisión Europea. Pero
es cierto que llevan años consumiéndose en otros países de la UE
sin problemas. ¿Cómo es posible?
"En
el Reglamento de 1997, ahora derogado, una de las categorías era la
de ingredientes alimentarios obtenidos a partir de animales" -
explica la tecnóloga de alimentos Beatriz Robles. "Algunos
países interpretaron que se incluían los insectos enteros".
Así, países como Bélgica, Reino Unido, Holanda,
Dinamarca y Finlandia ha permitido la comercialización de
insectos con alimento - redactando legislación específica en
algunos casos - pese a que nunca han sido autorizados oficialmente
por la UE.
Y
en medio de esta ambigüedad, la postura de España se ha decantado
por la prohibición. "En marzo de 2015, la Agencia Española de
Consumo, Seguridad alimentaria y Nutrición (AECOSAN) mantuvo su
postura de prohibir la venta de insectos para consumo como alimentos,
precisamente a la espera de que se publicase el nuevo Reglamento"
- recuerda Robles. "Y algunos negocios innovadores, como el
puesto del mercado de La Boquería, fueron prohibidos por Sanidad".
Existiría
un resquicio legal en el artículo 35 del nuevo Reglamento, que
establece que, de existir una solicitud de comercialización previa
al cambio de regulación sobre un alimento concreto que aún no
estuviera resuelta, pasaría a considerarse como "una solicitud
de conformidad" con el régimen vigente.
"Pero
aquí se plantean varias cuestiones" - insiste Robles. "En
primer lugar, tendrían que haberse cursado solicitudes de
autorización individuales para cada una de las especies. Por
otra parte, este artículo no contempla que su venta quede
autorizada, sino simplemente que la solicitud se considera cursada en
base al nuevo Reglamento. Pero es que, aún en el caso de que se
diera por autorizado, ¿no tendrían que aparecer en el listado de
nuevos alimentos?"
"Nos
ha pillado por sorpresa".
"Lo
que establece el Reglamento en vigor desde enero es que se puede
solicitar la autorización para comercializar alimentos a base de
insectos, no que se puedan vender desde ya" – explica Sabas de
Diego, presidente de MealFood Europe SL., una empresa biotecnológica
de cría industrial de insectos en Salamanca. "Y a los países
en los que ya se consumen, se les ha otorgado un periodo transicional
de dos años mientras se dirime la normativa. Pero España no está
entre ellos".
Dicha
autorización no puede ocurrir fuera de un plazo de varios meses, en
los que se debe dirimir desde los aspectos de producción, realizar
consultas con los estados miembros y aguardar el dictamen de la
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, explica el experto en
industria y seguridad alimentaria. Por eso, aseguran, la puesta a la
venta de los productos de Carrefour les ha cogido por sorpresa.
"No
ponemos en duda que estos insectos sean saludables para el consumo"
- subraya. "Pero desde el momento en el que la AECOSAN se opone
a su venta e incluso critica el periodo transicional en Europa, hemos
cursado una consulta para esclarecer si su postura ha cambiado. Y si
no lo ha hecho, deberían tomar algún tipo de acción".
Fuente: El Español
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