Jair Bolsonaro se benefició del apoyo de muchos empresarios brasileños. Uno de los accionistas más importantes de Carrefour hizo aportes generosos a su partido.
Bolsonaro financiado por uno de los principales accionistas de Carrefour.
Jair
Bolsonaro ganó las elecciones gracias al apoyo, entre otros grupos
de poder, de las grandes fortunas de Brasil, que apoyaron a este
candidato contra Haddad, el candidato del PT. Y obtuvo importantes
apoyos de parte de la empresa multinacional francesa, Carrefour. De
hecho, uno de los principales accionistas de la multinacional apoyó
a los candidatos del partido de Bolsonaro, el SLP.
Este
hombre es Abílio Diniz. Según explica Bastamag, Abílio Diniz es
“uno de los grandes empresarios de Brasil, antiguo jefe de un
importante grupo de supermercados del país, el grupo Pão de Açúcar,
adquirido en 2012 por el grupo francés Casino". En 2005, Casino
ya le había comprado acciones por valor de 860 millones de dólares.
El
empresario brasileño está entre los 700 billonarios más ricos del
mundo según la revista Forbes en 2017. Sus activos ascenderían al
menos a 12.390 millones de dólares. En 2017, poseía el 11,46% de
las acciones de Carrefour Brasil y el 7,7% de Carrefour, y forma
parte del Consejo de Administración. Hasta ahora nada nuevo bajo el
sol de una empresa multinacional.
Pero
la situación de crisis política en Brasil llevó a estos
empresarios a tomar decisiones y Abílio Diniz se inclinó por
Bolsonaro, el candidato de extrema derecha que ahora es el presidente
electo de Brasil.
Bolsonaro
defiende un programa de privatización ultraliberal extremadamente
generoso con el capital de las potencias imperialistas, programa del
que espera beneficiarse también gran parte de la burguesía
brasileña. Este es el caso de Abílio Diniz, quien, con su gran
fortuna, en particular de Casino y Carrefour, ya había financiado
las campañas de dos candidatos del PSL. Abílio Diniz financió la
campaña de Luiz Lima para el Congreso y la campaña de Frederico
d’Avila, en representación de la agroindustria, para el Parlamento
de São Paulo.
Detrás
de este apoyo hay que ver que la burguesía brasileña quiere avanzar
en una política ultraliberal, destruyendo los escasos logros de los
años del PT. Como explica Bastamag, algunos diputados de extrema
derecha “pidieron en su programa la prohibición de los partidos de
izquierda, la clasificación de movimientos sociales como el
Movimiento de los Campesinos Sin Tierra o el Movimiento de los
Trabajadores sin Techo como organizaciones terroristas, y el trabajo
forzoso para las personas condenadas a prisión”. El dinero del
grupo Carrefour, el dinero que la multinacional francesa paga a uno
de sus principales accionistas, financia este tipo de programas hoy
en Brasil. No es extraño viniendo de una empresa que se conoce en
todo el mundo por la precariedad de sus trabajadores, y los despidos
antisindicales en diferentes países.
*Artículo
de Sadek Basnacki publicado originalmente
en http://www.revolutionpermanente.fr,
traducido y actualizado para esta edición en castellano.
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Dios los cría y ellos se juntan.
ResponderEliminarPor cierto, para publicar comentarios últimamente me salen montones de imágenes y más imágenes sobre las que hacer clic (semáforos, autobuses, bocas de riego, escaparates,...). Demasiadas. Si la cosa sigue así dejaré de comentar, lo siento. Una cosa es poner un captcha más o menos jodidillo, y otra tirarte un cuarto de hora cada vez.
Salud.
Sí, es desesperante. Al final ya no sabes si para el semáforo tienes que marcar o no también los postes, si para el paso de cebra cuentan o no las líneas perpendiculares,... ¡un puto toca-huevos!
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